Jugar para salir campeón es lo que todo equipo tiene en mente al comienzo de una temporada, esto, desde la reflexión más idealista y romántica de todo amante del Fútbol.

La realidad de Unión la Calera era clara y lejana a ese ideal; diez puntos debajo de su más cercano sucesor. Esto ya es una carga psicológica importante y es necesario un trabajo colectivo y una mancomunión que no deje nada al azar.

Llegó Victor Rivero y con él  20 jugadores ( un plantel completo) elegidos por el Técnico, que por cierto no la había pasado bien en Rangers y quería recuperar las buenas temporadas en San Luis y Everton (un título y una final asegurada).

Primer paso para adelante.

Desglosemos algunos nombres y un breve comentario de como llegaron y  lo que consiguieron de manera individual en esta temporada.

-Lucas Giovini: Referente calerano que había sido enviado a préstamo a Argentina/ Capitán y líder natural del equipo.

-Francisco Sánchez: Descendió con Cobresal/ Continuidad y experiencia por la banda.

-Victor Morales: Desechado de San Luis/ Uno de los mejores centrales de la categoría.

-Felipe Salinas: Único sobreviviente de la paupérrima temporada pasada/ Irradió solvencia y madurez.

-Fernando Saavedra: Prescindible en San Luis/ Piedra angular del modelo de juego de Rivero.

-Diego Orellana:Llegó buscando una oportunidad y sin espacio en el plantel de Everton/ Dinámica e intensidad de sobra.

-Paulo Rosales: Con ambición de minutos desde Argentina/ El conector del juego calerano.

-Gonzalo Abán :De primera división al colista de la B, arriesgada apuesta personal/ 3 goles y una dupla letal con Viotti.

-Rafael Viotti: De un paso amargo por Deportes La Serena/ 8 goles y una eficacia admirable.

Sólo por nombrar la base del equipo, seguramente seré injusto con alguno.

Saber elegir los jugadores y convencerlos de ir al club en este contexto, ya es un mérito y Rivero lo logró.

El primer partido ante Cobresal en la altitud comenzó con un empate y en la fecha siguiente, una derrota ante el Morning, caía como un  mazazo en la cabeza, de todas maneras el equipo comenzaba a mostrar  personalidad y un esbozo de practicidad en la idea.

El triunfo ante Serena marca un punto de inflexión ya que viene acompañado de 5 victorias en línea por el mismo marcador (1-0) y  futbolísticamente la propuesta directa y clara de Rivero comenzaba a adquirir consistencia. De allí para adelante la historia es sabida y se culminó con un triunfo en la penúltima fecha de visita ante San Marcos y un desahogo contenido por meses.

¿Cuáles fueron las fortalezas de este equipo?

El 1-4-4-2 como base, con matices de dibujo y con momentos del juego muy bien interpretados por el equipo, se afianzaba poco a poco y maduraba en conjunto.

El bloque posterior se mantuvo en línea de 4 y la mitad de la cancha mutó a rombo, tres en línea y tres puntas, con enganche y sin éste, la cuestión es que colectivamente ganaba confianza y jerarquía.

De local, sostenedor del juego, presión en campo rival  y comportamientos colectivos adquiridos como la ruptura de los volantes o el cierre de los externos para la pasada de los laterales, son algunos de los movimientos que fueron haciendo de Calera un equipo sólido.

De visitante, repliegue y contraataque fue la fórmula predilecta del equipo, sin brillar, con una cultura táctica admirable, auxiliando y respaldando al compañero en momento defensivo y una eficacia en el arco rival cuando recuperaba el balón que ya la quisiera cualquier equipo.

Un campeón sólido táctica y psicológicamente,  que zafó del descenso y  se prepara para la final con San Marcos de Arica.

Un Técnico preparado y versátil, un plantel que se transformó en EQUIPO  y que sin dudas tiene bien merecido el título del Transición.

«El cemento siempre es más efectivo cuando se tiene una base sólida»

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